Aunque existe un eterno debate que gira en torno a las ventajas de los calentadores de gas y los eléctricos, estos últimos cada vez se asocian más con las ventajas tecnológicas, de eficiencia y hasta de nulidad de mantenimiento a largo plazo, por lo que representan una alternativa interesante.
Por supuesto, es innegable que la tendencia actual gira en torno a los calentadores de gas, sobre todo para usos continuos, picos de utilización de agua caliente sanitaria o viviendas grandes o con familias de 4 o más miembros. Pero, en la gran mayoría de los casos, los termos eléctricos, como estos de 80 litros, pueden ser suficientes para cumplir a las demandas de una familia pequeña, de una pareja, o incluso de una familia de 3 o más miembros, pero con un patrón de utilización inteligente.
En todo caso, elegir un calentador para casa es una experiencia que debe vivirse con diligencia, por la influencia que tendrá posteriormente en la calidad de vida.
La figura del calentador eléctrico en casa
El calentador eléctrico, a menudo resumido como termo eléctrico, por el depósito donde se encuentra el agua hasta que es demandada por el usuario, es hoy uno de los productos más interesantes del sector, siendo ventajoso en numerosas cualidades y muy eficaz para la mayoría de los usos de las familias:
- Temperatura ideal: en un calentador de gas, si bien hay más potencia, las posibilidades de que el agua salga más caliente de lo normal son muy altas. Por ello, hay que gastar bastante agua para ajustar el caudal hasta alcanzar la temperatura ideal. No sucede así en los termos eléctricos, que gracias a su utilización de resistencias, el caudal de agua y el calor generado se mantienen en niveles ideales.
- Instalación y seguridad: se requiere de instalaciones de gas doméstico, de mantenimiento preventivo y de cumplir con varios elementos de seguridad al elegir calentadores de gas. En el caso de los termos eléctricos, solo la conexión con el agua de uso sanitario y la conexión a la red eléctrica. Algunos modelos, como los que tienen ánodos de magnesio o titanio, ni siquiera demandarán algún tipo de mantenimiento.
- Caudal: la presión del agua influye en la utilización de un calentador de gas, por lo que seguramente se requiera de un sistema de bombeo si el caudal de agua en la casa no es tan fuerte. En cambio, un termo eléctrico puede ajustarse a cualquier caudal.
Las ventajas de un calentador de gas
Como se decía antes, los termos eléctricos parecen ser el presente y el futuro del sector, pero eso no quiere decir que las personas siempre busquen la alternativa tradicional, que no en vano también ha visto cómo las marcas modernizan esta clase de productos.
Los calentadores de gas son ideales para cuando hay un uso intensivo del agua caliente, y sobre todo, para picos de uso -por ejemplo, 3 personas tomando una ducha al mismo tiempo-. Allí, un calentador de gas puede ofrecer agua caliente a absolutamente todos. También son opciones válidas para lugares con temperaturas muy frías, ya que mientras el termo eléctrico necesitará consumir mucha más energía para lograr una temperatura ideal -por la diferencia del agua que entra y la que sale-, en los calentadores de gas el extra de consumo prácticamente sería inexistente, además del hecho de que el agua se calienta prácticamente de forma inmediata, cosa que los calentadores eléctricos no se pueden permitir hacer.
La practicidad, modernidad y hasta el ahorro de consumo eléctrico, por un lado, con la potencia y la eficacia de los otros modelos, son aspectos que las personas deberán tener en cuenta al momento de elegir un calentador de agua sanitaria para el hogar. Pero además de ello, todo dependerá de los hábitos de consumo, de la cantidad de personas, del clima de la localidad donde se piensa instalar el aparato, y no menos importante, de la dureza del agua, que también influirá en los modelos elegidos.