La ortodoncia es uno de los tratamientos de odontología más comunes. Con ella las personas corrigen el apiñamiento dental o la desalineación, problemas que, aunque en un primer momento puedan parecer simplemente defectos estéticos, tras ellos puede abrirse la puerta a afecciones importante para la salud bucal y orgánica en general.
Tradicionalmente la ortodoncia tenía como grandes protagonistas a los brackets metálicos, que siguen siendo muy eficaces en la obtención de resultados. Sin embargo, desde el final de la pandemia del coronavirus se ha disparado el número de personas que recurren a la ortodoncia invisible o invisalign.
Hoy queremos explicarte en qué consiste esta técnica y por qué ha ganado tanta popularidad. Además, la enfrentamos a los brackets, señalando los aspectos positivos de cada tratamiento.
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¿Qué es la ortodoncia invisible o invisalign?
Invisalign es un tratamiento ortodóntico cuya finalidad es similar a los brackets, la ortodoncia tradicional. Con él se corrigen las malas posiciones o desviaciones de las piezas dentales, pero para lograrlo no se acuden a las piezas metálicas que van reconduciendo los dientes hasta una posición natural, sino a unos alineadores transparentes que se quitan y ponen y que están fabricados a medida para cada paciente.
La ortodoncia invisible se denomina así porque el alineador es transparente, de modo que genera un menor impacto estético. Esta técnica resulta muy cómoda para el paciente, pero lo verdaderamente importante es que no provoca fricciones y los movimientos dentarios son más suaves que con los brackets.
Con relativa frecuencia, la persona sometida a la ortodoncia deberá volver a la clínica para comprobar la evolución del tratamiento. Este es el único momento en el que las molestias son mayores, pero siguen siendo más livianas que usar brackets.
¿Qué tratamiento es mejor, los brackets o invisalign?
No existe un tratamiento de ortodoncia que vaya a ofrecer mejores resultados con carácter universal, pues todo va a depender de los problemas a corregir. Así, los brackets tradicionales son muy eficaces en casos de maloclusión severa y lo pueden utilizar personas de cualquier edad. A su vez, con este tipo de ortodoncia también hay avances constantes, como por ejemplo el uso de brackets de zafiro, que al ser transparentes adquieren un color muy similar al del esmalte dental.
Esta técnica es también interesante en el aspecto presupuestario, ya que es más económica que la ortodoncia invisible. Este punto favorable del precio se contrapone al tiempo que se deben llevar los “hierros”, que es mayor en comparación con invisalign. Otro apunte a reseñar es el de la higiene bucal, que debe ser muy cuidada, puede generar dolor e irritación en labios y mejillas y a menudo ocasiona dificultades para comer. La alternativa es la ortodoncia invisible, que la ofrecen en invisalign valencia Avino, al igual que otros tratamientos. Esta fórmula es mucho más apetecible para el paciente en términos de comodidad y estética. Los alineadores se pueden retirar para comer y mejorar la higiene dental, aunque lo recomendable es mantenerlos colocados al menos 20 horas al día.
Las desventajas del tratamiento pasan por un mayor coste y su falta de eficacia en casos de maloclusión severa o problemas dentales más complejos. Por último, aunque la duración del tratamiento es menor para corregir problemas más leves, el paciente debe acudir a la clínica cada dos semanas para conseguir nuevos alineadores.
Confiar siempre en los profesionales
La ortodoncia tradicional y la invisible son tratamientos que han demostrado ampliamente su eficacia. Desde hace unos años invisalign está adquiriendo mucha notoriedad debido sobre todo a su mejor comportamiento estético y a la menor generación de problemas bucales.
Sin embargo, esta fama tan novedosa también lleva a muchos oportunistas a querer hacer negocio con la salud dental de las personas. Muchos alineadores invisibles que se anuncian a través de internet a precios muy atractivos, mucho más bajos que los que se ofrecen en clínicas profesionales apenas cuentan con seguimiento, lo que va a hacer bajar notablemente la eficacia del tratamiento.
Por eso, la mejor solución pasa por acudir a un centro especializado y profesional, solicitar una cita y ponerse en manos de expertos, que serán los que aconsejen cuál es la mejor técnica a seguir. Con ambas, tanto los brackets como la ortodoncia invisible, la eficacia está fuera de toda duda.