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¿Comprar el pescado fresco o congelado? Qué es mejor y cuáles son las diferencias

La eterna pregunta de si es mejor consumir pescado fresco o congelado parece no tener una clara respuesta, y es que son diferentes los motivos que impulsan a los consumidores a optar por uno u otro. El primero de ellos es la seguridad alimentaria, pues el pescado congelado se presenta como más seguro, no obstante, eso se soluciona con acudir a una fuente comercial de confianza que garantice la frescura y calidad de cada pieza. Un aspecto indiscutible, tanto por quienes eligen un pescado fresco o congelado, es que el sabor y la textura del pescado fresco es inigualable.

¿Comprar el pescado fresco o congelado? Qué es mejor y cuáles son las diferencias

El pescado es un alimento cada día más presente en la mesa, y es que se trata de un producto con muy buenas calidades nutritivas y las recomendaciones dietéticas orientan hacia un mayor consumo. Entre sus numerosas ventajas, destaca que cuenta con valor de proteínas similar al de la carne, reduce la aparición de enfermedades cardiovasculares y aporta vitaminas del grupo B y varios tipos de minerales.

El único inconveniente de este producto es la rapidez con la que se deteriora, no obstante, varía en función del tipo de especie, el método de captura y el modo de manipulación. Por este motivo, es muy habitual consumir pescado congelado, para no tener este problema. Cabe preguntarse, sin embargo, si realmente es mejor o peor su consumo frente al fresco y cuáles son sus diferencias para elegir con acierto.

Valor nutritivo y calidad

El placer de tomar pescado fresco es inigualable. Para no tener inconvenientes y tener la certeza de que realmente es fresco, tan solo hay que recurrir a proveedores de confianza, y comprar productos frescos de calidad garantizados en pescaderías online como Galicia Marisco, referente en venta de pescados y mariscos de la máxima calidad.

En cuanto al valor nutritivo del pescado, es cierto que el proceso de congelación, si se realiza correctamente, no merma la calidad de sus nutrientes, manteniendo prácticamente intactas la mayoría de sus propiedades. Sin embargo, es en la calidad del sabor y textura donde realmente destaca el pescado fresco frente al congelado, ofreciendo una mejor experiencia gastronómica.

Cómo diferenciar el pescado fresco del pescado congelado

Algunos de los indicios para saber si se está ante un pescado fresco o congelado son el brillo de los ojos, el color rojo de las agallas, la firmeza de las escamas, la rigidez del pescado, el precio o la zona geográfica donde se encuentre el comprador. A continuación, se revisan brevemente estos aspectos.

Ojos del pescado

Unos de los aspectos en los que más se fijan los consumidores cuando van a comprar pescado es en el aspecto de sus ojos. Los ojos del pescado fresco destacan por ser más brillantes y no estarán empañados. En el pescado congelado el brillo de los ojos desciende.

Color de las agallas

Las agallas del pescado fresco siempre se presentan de un color rojo brillante, mientras que, en el caso del pescado congelado, estas pardean un poco debido a la coagulación repentina de la sangre por el proceso de congelación.

Firmeza de las escamas

Las escamas del recién recogido del mar son más firmes y permanecen unidas al cuerpo, sin soltarse. Cuando es congelado, a pesar de que su piel puede presentarse realmente brillante, las escamas se sueltan con mayor facilidad.

Rigidez

El fresco no tiene una apariencia rígida y se mueve con facilidad. En cambio, el congelado está duro mientras esté helado y luego, aunque se suelte un poco, no lo hace con la misma maleabilidad que el pescado fresco.

Precio

Este es un dato que bien puede servir de guía, pues el precio del pescado fresco, en términos generales, es mayor, aunque varía mucho en función del lugar de la compra. No obstante, en igualdad de condiciones, el precio del pescado congelado suele ser menor.

Zona geográfica

Por último, la lógica hace pensar que, en dependencia del lugar donde se encuentre el comprador, será posible o no consumir pescado fresco. El pescado congelado, por su parte, puede llegar a todas partes, viajando durante miles de kilómetros y durante meses si hace falta. Sin embargo, el pescado fresco solo se puede consumir en puntos concretos cercanos a las costas, y a través de distribuidores específicos, como es el caso de Galicia Marisco, empresa especializada a la que se nombró con anterioridad.

Conclusión

Para ampliar la información sobre qué es mejor, si el pescado fresco o congelado, puede visitarse la web experta en el sector nutrición y alimentos. No obstante, podemos concluir

este artículo afirmando que, aunque las cualidades nutricionales del congelado, cuando sigue un cuidadoso proceso de ultracongelacion, son excelentes, nunca puede igualar en calidad de sabor y textura al fresco.